Dialogos solitarios

La habitación es fría como mi pasión , las paredes grises como el futuro y la cama dura como la realidad se decía mientras se flagelaba con un bucle autodestructivo de recuerdos.

En este momento su parte más vitalista decide interrumpirse para iniciar un dialogo consigo mismo que determinara su actitud para el resto de su vida.

+ Que suerte una habitación con vistas...no pudiendo evitar una sonrisa, tal vez cínica, mientras lo pensaba.

- ¿Suerte? ... estoy solo ...¿Dónde están? Dijeron que vendrían y aun no han dado señales, mientras mira a los lados como si en cualquier momento, vinieran a darle noticias al respecto.

+ Uno siempre es responsable de su soledad, nunca has recurrido ha ella hasta que la has perdido o tan solo cambiado por una soledad, pero en grupo. En tu personalidad esta asumirlo.

- ¿Personalidad?...pero no me ves... si no tengo identidad "soy el 69.110".

+ Siempre serás un número para alguien... atormentado continuamente por conceptos productivos y económicos, cuantificado hasta el punto que las palabras solo recogen las observaciones en el reflejo de lo que eres...en ti esta darle valor a lo que tan solo son cifras.

- Valor?.... que valor puede tener una persona sin libertad

+ La libertad se muere en la lengua de quienes son sus siervos más que sus poseedores... cerrando las puertas, echando el cerrojo, incluso amarrándote con cuerdas a tu lecho, nunca podrán atarte el alma.

- Y como podré disfrutar, del sol incipiente golpeándome sobre mi cabeza recostada sobre un bello regazo, la espuma del mar al romper en mis pupilas, los susurros de sirenas…

+ ¿Cuando hemos disfrutado nosotros de eso?...

- Ahora que no lo tenemos.

Recuerdos

Nuestras miradas quedaron apresadas y el momento se alargó parándose en el tiempo... sentados mirándonos, tan solo unos segundos... pero la magia lo convirtió en eterno.
Aún puedo sentir el escalofrío de sentir tu alma inundando mi cuerpo... las dudas parecen ir disipándose en una nube de confianza.

Cual hierro incandescente quedara grabado esa imagen en mi memoria y cuando el otoño haga caer los meses del calendario, los datos, las fechas, lo material pasará... para almacenar en las repisas, nuevos trofeos de la vida... pero los paradójicos recuerdos, fugaces en el tiempo, eternos en el corazón, serán inamovibles.

La vida proporciona gran cantidad de recuerdos intrascendentes, algunos de los que conviene realizar un reset al espíritu y que se ahoguen en el pozo del olvido, unos pocos buenos recuerdos que justifican las imborrables sonrisas, pero aún son menos las esencias del sentir, las musas de los artistas, la divina inspiración, la fusión de dolor y amor, los primeros momentos...

Disfrutar de todos ellos porque son los bocetos del guión de tu vida.